Más de 2.000 personas, llegadas de diferentes comunidades autónomas, se han acercado al festival, agotando los abonos, entradas de día y experiencias, y acudiendo a los conciertos celebrados en la comarca Utiel-Requena.
San Isidro en Tierra Bobal tiene toda su personalidad y simbología como santo agricultor que protege a los de su profesión: la petición de lluvias